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El prestigioso AFI Fest de Los Angeles abrió su nueva edición con la premiere mundial de Hitchcok. Luego de un video grabado por sus protagonistas, Anthony Hopkins y Helen Mirren, disculpándose por no estar presentes debido a la filmación de Red 2 en Londres, la función comenzó.

La historia transcurre durante la preparación, filmación y postproducción, de Psycho (Psicosis). Alfred Hitchock (Hopkins), desesperado por romper moldes y no repetir su propias fórmulas, lo arriesga todo por adaptar la sangrienta novela de Robert Bloch basada en hechos reales. Esto desencadena una crisis conyugal con su fiel esposa Alma Reville (Mirren), dando lugar a varias situaciones tragicómicas.

Hopkins se pierde -tal como lo hizo en Nixon y otros personajes de la historia- bajo el excelente maquillaje y la característica papada del maestro. La interpretación no es nada reverente, mostrándolo como un viejo verde obsesionado con las blondas del celuloide, adicto al alcohol y la comida, egocéntrico y manipulador. El actor logra hacerlo tan desagradable como El Pingüino de DeVito en algunas secuencias de gula. Pero también irresistiblemente divertido con ingeniosas líneas y su famosa carisma.
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Mirren hace un perfecto contrapunto a este caprichoso y reaccionario anciano. Con vulnerabilidad y estoicismo, retrata a su esposa pero también a aquellas mujeres olvidadas por la historia, relegadas a quedar “detrás del gran hombre”. Alma se siente más real que Hitchock, quien se expresa exactamente igual en una reunión de negocios como en la habitación de su casa. Desconociendo qué tan acertado sea en el plano histórico, la sensación es que vemos a un personaje creado a partir de la persona pública y no al verdadero ser humano.

Así de caricaturesco se sienten otros personajes, como el presidente de Paramount personificando la idea del directivo de estudio entrometido, o el escritor trepador que intenta seducir a Alma para triunfar en Hollywood. Anthony Perkins (James D’Arcy) se ve siempre inseguro, Vera Miles (Jessica Biel) disgustada y Janet Leigh (Scarlett Johansson) de buen humor. Llama la atención lo de Johansson ya que en diferentes escenas se crean expectativas con respecto a su personaje, pero éste se mantiene igual hasta el final y no impacta la trama significativamente.

La defensa a estas puntualizaciones sería decir que es algo liviano y no un drama realista como Lincoln. Si tuviese que elegir un género-y no pudiese hacer trampa diciendo “dramedy”-sería comedia. Las reacciones infantiles y libidinosas de Hitchock producen varias sonrisas. Por momentos es una comedia romántica para gente madura, como las que Meryl Streep ha protagonizado recientemente. Pero también hay drásticos cambios de tono, como cuando vemos al famoso director alucinando con Ed Gein, el verdadero homicida que inspiró la creación de Norman Bates. El contraste puede ser interesante, pero el paralelismo que se sugiere entre Hitchock y el protagonista de Psicosis se deja arbitrariamente de lado y termina siendo inconsecuente.

Estas falencias se disimulan con las grandes actuaciones de esta pareja de veteranos, sobretodo en una confrontación que es de antología. No lo vemos mucho dirigir -excepto por la icónica escena de la ducha- pero es una delicia ver en acción las habilidades de Hitchock en el departamento de marketing y para lidiar con los sensores de la época. El final le dibuja a todos una sonrisa, siendo un efectivo “crowd-pleaser”.

Aunque técnicamente sea impecable, el ritmo fluído y sus protagonistas de primer calibre, no hay nada nuevo que la haga especial o memorable más allá del entretenimiento momentáneo. No nos toca profundamente como The King’s Speech, Ed Wood, The Artist u otros ejemplares similares. La historia no transmite un sentido de urgencia que justifique elegir este período por encima de otros en la increíble vida de Hitchock, y titularlo como si se tratase de una biografía. Que nominen a Hopkins y Mirren que lo tienen merecido, pero la película definitiva sobre la vida de Alfred Hitchock aún está por llegar.

Hasta entonces, “good evening”.

-Reseña crítica escrita por Néstor Bentancor (@DesdeHollywood).

Sacha Gervasi dirige a Lecter dirigiendo a Bates a partir del 23 de Noviembre (fecha de estreno en Estados Unidos).

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