Recientemente tuve el gusto de entrevistar al galardonado director y escritor mexicano Alonso Ruizpalacios (GÜEROS), por su nueva película MUSEO.

La cinta, ganadora del Oso de Plata en el Festival de Berlin, es protagonizada por Gael García Bernal, Leonardo Ortizgris, y Alfredo Castro.

¿Cómo fue el reto de tomar esta historia real, desarrollar a los personajes y sobretodo inyectarle corazón al relato?

Adaptar una historia de la vida real tiene sus desafíos. Los hechos pueden terminar siendo una camisa de fuerzas, que te brinda las pautas pero que no funcionan si simplemente los pones uno tras otro. Ahí es cuando tienes que echar mano a la ficción, pero es complicado crear un diálogo entre la realidad y la ficción y que al final tenga sentido. Requirió un trabajo de muchos años con mi co-guionista Manuel Alcalá, quien ya había comenzado la investigación previamente. Por ejemplo, él encontró ese video que ves en la película, del reportero dando la noticia en esa época. Fue un proceso de recopilar esta información, entenderla, y luego irnos desprendiendo de los datos y cambiar de rumbo en muchos casos. Les cambiamos el nombre a todos los personajes, porque nos dimos cuenta que la historia ya había cobrado vida propia, pero también porque los familiares de los involucrados no querían ser parte de la película.

¿Puedes hablar de esas escenas donde, a través de la forma, se rompe con “la realidad” y vamos a un plano más lúdico?

Cada escena te va dictando por dónde quieres que la cuenta. Algunas fueron planeadas desde cuando las escribimos. Pero otras se van revelando en el set. Hay que estar atento a lo que cada una pide. Yo tengo un interés por jugar con la forma cinematográfica porque me divierte mucho. No veo el cine como una tarea de matemáticas. Invito a que se juegue en el set y eso se ve en el resultado final.

¿Qué sentías que ‘Juan’ le ofrecía a Gael García Bernal, y qué le aportaba él como actor al personaje?

Necesitaba a alguien encantador de quien nos pudiéramos enamorar como espectadores, para luego subvertir esa expectativa y descubrir que hay un espectador ahí debajo. Alguien que es capaz de traicionar a su amigo, su familia y su país. También me interesaba que el personaje fuera de baja estatura, que tuviera este síndrome napoleónico de querer compensar por su baja estatura.

La película explora nuestra relación con el arte. ¿Cómo manejas tú el crear películas que son piezas de arte, pero también de entretenimiento?

Trato de no pensar mucho en eso, la verdad. Intento seguir mis impulsos y hacer la película que me sale de las entrañas. Como siempre decimos con mi director de fotografía, Damián García, tratamos de hacer una película que nos guste a nosotros y que nos gustaría ver. Ese es el único Norte que tenemos. Si tratas de hacer algo que complazca a los demás, te puedes perder fácilmente. Después quedará en manos de quienes vendan la película, el promocionarla como algo artístico, comercial, o una mezcla de los dos. Si piensas en eso mientras la estás haciendo… es la muerte.

MUSEO se exhibe ahora en cines selectos de EE.UU.

Bien entrados en la treintena, Juan Núñez (Gael García Bernal) y Benjamín Wilson (Leonardo Ortizgris) todavía no parecen haber terminado la escuela de veterinaria o abandonado las casas de sus padres. En cambio, se revuelcan en un cómodo limbo en el distrito de Satélite, la versión de un suburbio estadounidense en la Ciudad de México. Sin embargo, en una fatídica Nochebuena, deciden que finalmente es hora de distinguirse ejecutando el robo de artefactos culturales más infame en toda la historia de México, saqueando el emblemático Museo Nacional de Antropología del país.