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The Last Stand es la película más entretenida que he visto en lo que va del 2013: Refrescantes secuencias de acción, épicas confrontaciones y un humor que provoca carcajadas más que meras sonrisas. Su desastroso estreno en la taquilla, quedando en décima posición con apenas 6.3 millones de dólares, es una injusticia.

Enero se mostraba en los últimos años como un buen mes para la acción y el horror, siendo éste último género más fuerte en el 2013 con Mama (creada por Hispanos pero con ninguno frente a la cámara) al tope con $28.1 millones. Seguramente, los recientes actos de violencia con armas de fuego tengan mucho que ver con el pobre desempeño de ésta y otras cintas como Gangster Squad en las boleterías.

Pero que la de Arnold, con mejores críticas que la de Ryan Gosling y la debutante Broken City de Walbergh y Crowe (con valor de producción de un “directo al DVD) haya cosechado 3 millones menos es preocupante. No tanto para el veterano Austríaco, quien con décadas en la industria jamás tendrá problemas para conseguir vehículos para alimentar su ego, sino para los Latinos.

Quisiera pensar que la lección que Hollywood extraerá de este bombazo será que la próxima vez, en vez de llenar los posters con alguien como Johnny Knoxville para intentar atraer jóvenes, deben promover más agresivamente a los Rodriguez, Guzmán, Santoros, y Noriegas. O que alguien especule con que el pasado anti-inmigrante del Governator fue el responsable de alienar a buena parte del público Latino.

Lamentablemente, lo más probable es que los directivos y analistas concluyan que procurar una fuerte presencia Latina en la pantalla grande no vale la pena. Lo cual sería especialmente negativo porque en The Last Stand no solamente tenemos al principal villano sino a muchos personajes heroicos.

Ojalá que en el futuro las buenas apuestas por el talento Latino sean mejor recompensadas. No por apoyar algo como un rebaño, eso sería darle la razón al “Sería más fácil ganar la presidencia si fuese Latino” de Mitt Romney. Si no para mandarle a Hollywood un “¡Pa’lante!”.

-Lee nuestra crítica de The Last Stand aquí y el resto de nuestra cobertura especial aquí.

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