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Muchos pensaron que el trailer de Abraham Lincoln Cazador de Vampiros era un chiste. A quien no le pareció broma este concepto fue a Tim Burton (productor de esta adaptación), quien apadrinó al autor del homónimo libro, incluyéndolo en Dark Shadows. El joven Seth Grahame-Smith saltó a la fama con Pride, Prejudice and Zombies, mezclando elementos de la cultura pop moderna con una obra clásica. Después de notar que en las librerías las dos secciones más concurridas eran las de historias de vampiros y las biografías de Lincoln, se lanzó a por este nuevo “mash-up”.

Luego de un prometedor comienzo, el libro -OK, audiolibro, lo confesamos- terminó siendo una experiencia menos satisfactoria de lo esperado. Igualmente nos daba mucha curiosidad saber cómo sería la versión fílmica. Aún más cuando supimos que sería dirigida por “el Zack Snyder Ruso”, Timur Bekmambetov (Night Watch, Wanted). Al igual que con la novela, quedamos con una mueca de indiferencia en el rostro.

Antes que nada creemos importante hablar de la parte técnica. Si estás leyendo ésto para decidir si ir o no a verla al cine, te aconsejamos que mejor esperes al formato casero. La película tiene dos o tres espectaculares “money shots” que por supuesto aparecen en los trailers, siendo la parte del tren la más destacable. Pero de a ratos se ve como si fuese grabada en video para ser transmitida por televisión. La cinematografía es por decisión o limitación de bajos estándares. El truco de grabar una secuencia a plena luz del día y luego aplicarle un filtro azul para que aparente ser en la noche es de series web.
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Sin haberla visto en 3D, notamos un par de momentos en que la cámara lenta favorecía a ese formato. Pero en la mayoría de las secuencias de acción el ritmo es vertiginoso, a la Robert Rodríguez. Eso no suele ayudar a la ilusión tridimensional. El CGI es mediocre, viéndose una estampida de caballos tremendamente falsa y los campos de batalla como salidos de un juego de estrategia para computadora. Con los antecedentes de los responsables, ésto resulta sorprendente.

Bueno, ahora sí hablemos de la historia. La trama sigue al futuro presidente de Estados Unidos en su enfrentamiento con los chupasangres, desde sus primeros choques motivados por la venganza, hasta las batallas en la Guerra de Secesión. Siempre se dice que el libro es mejor, pero el filme hace varios cambios acertados: No se detiene mucho en la carrera política y aspectos biográficos de Lincoln, se personifica la amenaza vampira en un villano y sobretodo nos muestra una versión más amena de Abraham.

En vez de ser gruñón y deprimido como las páginas, Abe aparece como un grandulón con rasgos infantiles. Sobretodo cuando está cerca de la bella Mary. En esos momentos su torpeza nos recuerda al Clark Kent de Reeves, y no podemos evitar que nos caiga bien. También se le agregó un amigo afroamericano, para darle su lucha contra la esclavitud una justificación emocional a una que en la obra original es fría y práctica: “Hay que despojar a los monstruos de su principal fuente de alimento”.

Lamentablemente, nos cuesta sentir el terror de sus peligrosas misiones. En vez de tomarse el tiempo para meternos en un pasillo oscuro junto con el héroe, el director siempre opta por el corte rápido y las breves secuencias a modo de resumen. El maquillaje digital de los demonios carece del impacto de las viejas prótesis de antaño.

La Fright Night de Collin Ferrel es un ejemplo reciente de lo importante que son los propios seres nocturnos en estas historias. ¿Quién puede olvidar a Gary Oldman y a Tom Cruise en sus respectivos roles fantásticos? El villano Adam es demasiado unidimensional como para que le recordemos después la salida del Sol. Aunque la mayor pérdida en esta adaptación sea el personaje de Henry, el mentor de Abe. En la novela es un personaje complejo, misterioso, y sabio, llenos de diálogos interesantes. Aquí es un Don Juan desarreglado que no inspira a nadie.

Vale decir que todos los actores hacen un buen trabajo, tanto Benjamin Walker como Dominic Cooper y la estrella en ascenso Mary Elizabeth Winstead. Disfruta de su sangre joven, novedosos conceptos para el género y de un par de buenas escenas de acción, pero desde la comodidad de tu hogar.

-Reseña Crítica de Abraham Lincoln Vampire Hunter escrita -sin hacha pero con haches- por Néstor Bentancor.



 
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